Angela Zamora entrevista a Anabel González sobre "Lo que no Pasó"

La psiquiatra y psicoterapeuta Anabel González nos invita a reflexionar sobre cómo nuestra historia moldea nuestra forma de sentir y relacionarnos. En esta conversación, desmitifica la idea de que el tiempo lo cura todo, habla sobre la importancia de reentrenar el cerebro y destaca el papel de la curiosidad como motor de cambio.

Para empezar, ¿qué tal estás?

Bien, bien. No es mi primera vez, así que ya estoy un poco acostumbrada. Ha sido un ir y venir constante, pero lo llevo bien.

¿Cómo está siendo la experiencia con las entrevistas?

Por suerte, con este libro me está pasando algo interesante: las entrevistas son muy distintas entre sí. Con mis libros anteriores, las preguntas solían girar siempre en torno a los mismos temas, pero creo que este permite muchas lecturas diferentes. Así que cada conversación es un poco única.

En el libro hablas de lo que no pasó y también le das importancia a lo que sí ocurrió. ¿En qué momento te diste cuenta de que lo que no pasó también tiene peso?

Creo que siempre hay un poco de ambas cosas. A veces, una palabra que nos dijeron nos marca más que cualquier otra cosa, pero también ocurre que nos pesa más aquella palabra que esperábamos escuchar y nunca llegó. A veces importa más lo que se dice, y otras veces los silencios son los que realmente transmiten. La intención del libro es justamente poner atención en esa otra parte, en lo que no sucedió, porque como no pasó, muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de su importancia.

El título del libro es muy potente. ¿Tuviste otras opciones en mente o siempre lo tuviste claro?

No, el título existía mucho antes que el libro. Desde hace mucho tiempo tenía claro que iba a escribir un libro con este nombre. Fue algo que siempre supe.

¿Crees que vivimos en una sociedad que ignora nuestras emociones y sentimientos?

Creo que se habla bastante del tema en general. Ahora mismo, sí, parece que está de moda, lo cual tiene su parte positiva y su parte negativa.

¿Hay alguna ausencia que consideres más importante que otra?

Las más importantes son aquellas relacionadas con las personas que nos importan. Si desaparece alguien secundario en nuestra vida, no suele ser tan grave. Pero cuando somos niños, que es cuando más dependemos de los demás, la ausencia de alguien cercano puede ser algo muy significativo. Y si esa ausencia se debe a un abandono o a una pérdida importante, su impacto es aún mayor.

¿Qué le dirías a alguien que está pasando por un bloqueo emocional y no sabe cómo salir de él?

Que la salida existe. Muchas personas han pasado por algo similar y, si en esos momentos habláramos con los demás, seguramente encontraríamos a quienes han estado en situaciones parecidas y han logrado salir adelante. Lo importante es entender por qué estamos ahí y qué cosas pueden ayudarnos. A veces hacemos intentos desesperados, probamos distintos caminos y acabamos sintiéndonos más perdidos. La clave está en identificar lo que realmente nos puede servir.

¿Crees que las redes sociales son positivas o negativas para la sociedad actual? ¿Y qué uso les das tú? He visto que compartes contenido muy bueno e interactivo. ¿Cómo es tu experiencia en redes?

En general, me tratan bien. Pero creo que está ocurriendo algo curioso: demonizamos las redes sociales mientras las usamos sin parar. Hay un discurso instalado de que son algo negativo, pero al mismo tiempo estamos sumergidos en ellas. Sin embargo, creo que todo depende del uso que les demos. Es cierto que están diseñadas para captar nuestra atención, pero también es cierto que nosotros podemos decidir cómo utilizarlas.

“El tiempo no siempre lo cura todo, a veces lo pudre”

Mucha gente encuentra en redes sociales respuestas o explicaciones a lo que le ocurre. El problema es que a veces encuentran tantas explicaciones que terminan más confundidos. Pero también hay momentos en los que descubres a alguien que ha pasado por lo mismo que tú y eso ayuda a dar sentido a lo que sientes. Creo que, nos guste o no, es un espacio donde la gente busca información, por lo que los profesionales especializados en ciertos temas deberíamos estar ahí para ofrecer contenido de calidad.

 Hablemos del libro en su versión física. ¿Estás satisfecha con el resultado? ¿Cómo ha sido la experiencia en comparación con tus libros anteriores?

De todos los libros que he escrito, este se parece mucho al primero. No al más conocido, Lo bueno de tener un mal día, sino a uno anterior, No soy yo. Ambos nacieron de la misma manera y los escribí con un proceso similar.

Le dimos muchas vueltas al formato. La editorial ha sufrido conmigo en ese sentido (risas). Desde los esquemas hasta los dibujos y la portada, todo me parecía fundamental en un libro de estas características. Pero creo que el resultado final ha quedado muy bien.

Ahora estamos preparando el audiolibro y, esta vez, quiero grabarlo yo misma. Eso sí que será una experiencia diferente.

¿Eres partidaria de la idea de que el tiempo lo cura todo?

No, el tiempo a veces lo pudre todo. A veces, sí, dejamos pasar el tiempo y las cosas caen por su propio peso. Pero en muchas ocasiones pasan años y seguimos diciéndonos que "con el tiempo se curará", cuando en realidad ya tenemos evidencia de que no ha sido así.

Si alguien se autodescubre con este libro, ¿cuál crees que debería ser el siguiente paso para superar lo que no pasó y seguir adelante?

El problema de lo que no pasó, al igual que el de las experiencias que nos hicieron daño, es que muchas veces terminan configurando nuestro cerebro. Si me acostumbro a estar en una relación en la que a la otra persona no le importa lo que siento, acabo creyendo que mis emociones no importan. Y aunque la relación termine, sigo moviéndome por el mundo con esa misma creencia.

Verlo es importante, pero no es suficiente. El siguiente paso es hacer un cambio real para que eso no continúe pasando. Identificar esas carencias es el primer paso para sembrar algo nuevo. El cerebro se puede reentrenar, pero hay que enseñarle, porque no siempre aprende solo. Repite lo que aprendió primero, a menos que le mostremos otra forma de hacerlo.

¿Esto es algo que deberíamos trabajar desde la infancia? ¿Es un momento clave para aprender a afrontar lo que no pasó?

Sí, en la infancia todos aprendemos a regular nuestras emociones. Nos enseñan los que están a nuestro alrededor, como pueden o saben. Es el momento en el que se establecen muchos de nuestros patrones de funcionamiento.

Pero lo bueno es que seguimos cambiando a lo largo de la vida. Si a los 30, 40 o 50 años seguimos pareciéndonos demasiado a nuestra versión de 15 años, entonces algo no ha evolucionado bien.

¿Cómo influye el pasado en nuestra capacidad para construir relaciones en el presente

Es importante entender nuestra historia, pero sin quedarnos atrapados en ella. Donde vivimos es en el presente.

Si en nuestras relaciones actuales estamos constantemente a la defensiva, pero las personas que nos rodean no han hecho nada para justificar esa reacción, quizá debamos mirar atrás y preguntarnos: "¿Dónde aprendí a reaccionar así?". Puede que en el pasado sí hubiera razones de peso para desarrollar esa respuesta, pero eso no significa que deba seguir condicionando nuestra vida.

Ese viaje hacia atrás nos ayuda a entender lo que nos pasa ahora y nos permite cambiarlo. No se trata de castigarnos por reaccionar como lo hacemos, sino de comprenderlo y recolocarnos ante los demás de una forma más sana.

¿Crees que las distracciones pueden ayudar en este proceso o hay otras formas más eficaces de abordarlo?

Distraerse sirve, pero solo a un nivel muy superficial. Nos puede ayudar en un momento puntual, pero si solo nos distraemos sin hacer un trabajo más profundo, a la larga no será suficiente.

¿Qué reacción de los lectores te ha impactado más hasta ahora?

En las firmas de libros aún no lo habían leído, pero me gustó mucho un comentario de alguien que sí lo había hecho. Dijo que sentía que el libro hablaba de él.

Y eso es lo bonito, porque este libro recoge muchas historias de personas que he conocido. Quienes lo leen muchas veces encuentran palabras para describir lo que les pasa, y eso me parece muy especial.

 ¿Qué mensaje te gustaría que se llevaran los lectores?

Que podemos hacer crecer cosas en nuestra vida y en nuestra mente si nos permitimos hacer ese camino. No creo en recetas mágicas ni en soluciones únicas para todos, porque cada persona tiene su propia historia y su propio momento.

Pero si nos damos la oportunidad de explorar lo que necesitamos y tenemos paciencia, el cerebro está diseñado para aprender. Y puede aprender lo que queramos enseñarle.

Hubo algo que no pasó en tu vida que hayas descubierto tras escribir este libro?

No, el libro estaba escrito hace tiempo. Lo único que hubo que hacer fue concretarlo. El libro ha sido más una consecuencia que algo que haya generado. No tengo conciencia de que haya sido un proceso que me haya llevado a descubrir algo nuevo.

¿Y hay algo que ahora veas diferente tras documentarte para escribirlo?

Quizás ampliar un poco el abanico, porque esto es algo que llevo mucho tiempo trabajando en terapia y en los cursos que imparto. No es un tema que haya investigado desde cero para escribir el libro, sino que es una consecuencia de ideas que ya tenía muy pensadas.

Sin embargo, mientras lo escribía, se me iban ocurriendo más escenarios para poder ofrecer una visión amplia. Quería dibujar un abanico de situaciones, desde las más simples y cotidianas hasta otras más graves, para que los lectores pudieran identificarse de diferentes maneras. Quizás ahora mi visión es más amplia.

¿Qué opinas de la positividad y las frases de autoayuda tipo "Mr. Wonderful"? ¿Crees que ayudan o pueden generar frustración?

Creo que todas las cosas tienen algo rescatable. Si mi mente está focalizada solo en lo negativo, no estoy siendo realista. A veces, para recuperar una visión más equilibrada del mundo, necesitamos recordarnos que también hay buenos momentos y personas que han estado ahí.

Las frases de autoayuda pueden ser útiles en ciertos momentos y para ciertas personas. Pueden servir como un pequeño empujón para cambiar el enfoque. Sin embargo, si las tomamos como una solución radical, creyendo que basta con repetir frases positivas para estar bien, entonces no funcionan. De hecho, me parece que este problema no es exclusivo de las frases positivas. También ocurre con las que dicen que todo está fatal y que el mundo es un desastre. Ambas perspectivas son demasiado generales y radicales; lo importante es aprender a pensar y reflexionar sobre nuestra realidad.

¿Dirías que este es tu mejor libro hasta ahora, teniendo en cuenta el cariño que le tienes a los anteriores?

No lo sé. Para mí, los libros son como bebés. Cada nuevo libro es especial y me hace ilusión porque es un tema que me apetecía mucho tratar y que nace de mí. No es un encargo, sino algo que realmente quería escribir. Pero no puedes elegir a cuál de tus bebés quieres más.

¿Estás pensando en escribir otro libro? ¿Tienes algún tema en mente?

Siempre tengo muchas ideas en la cabeza, pero todavía no he decidido sobre cuál de ellas aterrizar.

¿Cuánto tiempo te llevó escribir este libro? ¿Cómo organizaste la información y las historias?

No me lleva tiempo escribir porque para mí es un pasatiempo. No es que me encierre un mes o un año a escribir. Lo hago en distintos momentos porque lo disfruto. Es como una distracción entre mis otras actividades, así que no sé calcular exactamente cuánto tiempo le dediqué.

¿Tienes un lugar o un momento perfecto para escribir?

No, en absoluto. No tengo ninguna manía ni un sitio específico. Puedo escribir en cualquier lugar.

Para quienes aún no han leído tu libro, ¿dirías que puede cambiarles la vida o ayudarles a descubrirse a sí mismos? ¿Cuál es la verdadera misión de este libro?

No sé si cambiarles la vida, pero quizás mejorar su forma de entenderse a sí mismos. Me gustaría contagiar a la gente de curiosidad. La curiosidad es la mejor cualidad que podemos tener. Si el libro logra despertar en los lectores la inquietud de entenderse desde otro punto de vista y aprender a hacerse preguntas, yo me daría por satisfecha.

¿Qué sueles leer en tu día a día?

Últimamente, cosas que no tienen nada que ver con la salud mental. Leo novelas y otro tipo de literatura.

¿Cuáles son tus planes a corto plazo? ¿Seguirás con la promoción del libro?

Sí, en las próximas semanas estaré centrada en la promoción, pero después haré una pausa.